
Las manos se adaptan a cada persona.
El tacto se hace subjetivo y se adapta a la percepción.
Alcanza a acariciar el alma.
Sosiega la mente y calma el espíritu.
Es el camino de la belleza.
Escrita por Kaobido el 4 oct, 2018 de Blog | 0 comentarios
Las manos se adaptan a cada persona.
El tacto se hace subjetivo y se adapta a la percepción.
Alcanza a acariciar el alma.
Sosiega la mente y calma el espíritu.
Es el camino de la belleza.
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